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Patricia Vázquez, ex secretaria de Educación Pública del Estado de Puebla (2015-2018) y actual presidenta ejecutiva de Mexicanos Primero, conversó sobre su experiencia en la gestión educativa y los principales avances alcanzados durante su administración.

Durante su gestión, implementó el Consejo Estatal para la Planeación y Programación de la Educación Media Superior, el desarrollo de proyectos estatales y programas internacionales con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), además de la puesta en marcha de lineamientos para la innovación y el uso de la tecnología en el aula para la educación básica y media superior.

Impulsó el Modelo Educativo Poblano conocido como APA -Asistencia, Permanencia y Aprendizaje-, el cual ha contribuido a la prevención del abandono escolar y por el que la entidad obtuvo el Primer Lugar Nacional en Mejora de la Gestión Educativa, otorgado por el Gobierno Federal. También promovió el Programa de Atención Intensiva (PAI), que permite a niñas y niños de segundo grado de primaria con mayores necesidades académicas fortalecer sus habilidades de matemáticas básicas, lectura y escritura. A su paso por la dependencia, el estado mantuvo por tres años consecutivos el primer lugar nacional en desempeño académico en el examen del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLANEA) en el nivel medio superior.

La experiencia en Puebla

– Durante su gestión, ¿cuál fue el eje central de la política educativa?
Lo primordial fue establecer tres pilares en los que basamos la agenda de educación de Puebla: Asistencia, Permanencia y Aprendizaje (Modelo APA). Nos inspiramos en el modelo de Ontario (Canadá), donde había mucha claridad en la dirección del sistema educativo.

– ¿En qué consistieron estos pilares?

  • Asistencia: todos los niños, niñas y jóvenes en edad escolar debían estar en la escuela. No fue negociable. Incrementamos en más de un 95% la asistencia escolar, apoyándonos en recursos humanos e infraestructura.

  • Permanencia: trabajamos para garantizar condiciones dignas de infraestructura y docentes presentes desde el inicio del ciclo escolar.

  • Aprendizaje: nos propusimos que todos los estudiantes cumplieran con requisitos mínimos en matemáticas y comprensión lectora.

Fue un compromiso colectivo que tomó tiempo y esfuerzo, pero logramos consolidar un sistema educativo de calidad. Lo que nos llevamos fue un logro colectivo de haber mejorado en las evaluaciones de aprendizaje a nivel nacional.

Liderar para crecer y avanzar

– ¿Qué aprendizajes dejó este proceso en materia de liderazgo educativo?
Visitamos casi el cien por ciento de las escuelas del estado. Eso nos permitió entender que el liderazgo debía estar centrado en el aprendizaje, no en la infraestructura.
También fue clave conformar equipos sólidos, aprender a trabajar con el talento existente y construir sobre lo ya hecho, aun con pocos recursos.

Otro elemento fundamental fue el seguimiento: establecimos sistemas de monitoreo y evaluación para corregir a tiempo el rumbo. Además, reconocimos nuestros límites y trabajamos en articulación con otras instituciones.

Visión sobre la Nueva Educación Pública en Chile

– Desde su mirada, ¿Cómo observa la transformación educativa en Chile?
Veo un compromiso histórico con la transformación del sistema educativo. Existe una evolución permanente, con avances en institucionalidad, gestión y articulación.

En materia de evaluación, Chile ha sido punta de lanza con la Agencia de Calidad de la Educación, que ha promovido una evaluación no punitiva, sino orientada a la mejora.

Finalmente, destaco el énfasis en la territorialidad: la evidencia muestra que lo más importante no ocurre en los escritorios de gobierno, sino en las escuelas. Me parece que Chile está haciendo un esfuerzo por fortalecer el liderazgo pedagógico y proyectar la visión de sistema educativo que quiere.