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El Magíster en Liderazgo y Gestión Educativa, actualmente con 14 versiones y 356 titulados hasta 2022, se destaca dentro del ámbito de estudio del liderazgo y la gestión educativa del país, como el primer magíster, -evaluado por la CNA, dentro del Comité del Área de Educación-, en alcanzar los 8 años de acreditación.

Recientemente, la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) renovó la acreditación de 8 años (hasta 2031) al Magíster en Liderazgo y Gestión Educativa, impartido por la Facultad de Educación de la Universidad Diego Portales y dirigido por el académico Mario Uribe: “Somos el único magíster en el área de la educación en Chile que tiene una acreditación por 8 años, el promedio es de 5,4 años y los mejores tienen de 6 a 7 años. Las razones son varias: tenemos más de 10 años de trayectoria y muchos egresados (más del 95% se titulan), la excelente calidad de la docencia, alta productividad académica por parte de los profesores de planta y  también incide que estemos vinculados a un programa especializado como lo es el Programa de Liderazgo Educativo”.

La fórmula del éxito

Los sellos distintivos de la propuesta formativa de este programa corresponden a tres principios que orientan la definición del perfil de egreso y el plan de estudio, éstos son la integración teórico-práctica, el trabajo colaborativo y la justicia social. 

El primer sello responde a la entrega de una formación sólida y actualizada en conceptualizaciones, modelos teóricos y principios en materia de gestión y liderazgo y, al mismo tiempo,  proveer las oportunidades para llevar a la práctica esos conocimientos, desarrollar destrezas prácticas y reflexionar sobre los aprendizajes en un contexto real. 

Esta integración teórico-práctica, de acuerdo con lo que explica Mario Uribe, “se evidencia en el hecho de que es un magíster profesional que tiene excelentes profesores vinculados a la academia y también cuenta con profesores que son totalmente vinculados a la práctica y muy destacados en sus labores”.

Con respecto al segundo sello,  trabajo colaborativo, en el perfil de egreso, se señala a éste como un atributo esencial de los líderes de cualquier organización. En este sentido, se considera no solamente como una formación individual sino que también colectiva. El director del programa, afirma que “tiene que generarse una colaboración y para ello se les pide realizar una autoevaluación como equipo, porque una parte del liderazgo como directivos es saber construir equipos con gente que no conocen ni eligen, éste es un ejercicio pedagógico”. Esto explica también el límite que se establece a la cantidad de alumnos que ingresan en cada promoción (no más de 40), ya que de esta forma se puede generar el tipo de interacción y modalidad de trabajo pensada para este magíster. Para ello, está contemplada una estructura en la que juega un rol importante la figura de los mentores.

“Sin duda que la estructura del programa atiende a que es un trabajo personalizado con el que se busca que los estudiantes puedan desarrollar las competencias del perfil de egreso, porque creemos que ahí está lo fundamental para la formación de líderes escolares. Si logramos que los alumnos comprendan acerca de la importancia del aprendizaje situado y de la mejora con sentido, vamos a impactar radicalmente en mejorar la calidad de nuestras escuelas”, explica Carolina Flores, mentora del Magíster y directora de la Escuela de Lenguaje Santa Catalina (Talagante).

En relación al último sello, el programa concibe el liderazgo educativo como un motor en la distribución equitativa del aprendizaje y las oportunidades de desarrollo de las y los estudiantes integrando en esta manera la justicia social como un valor muy relevante en esta formación.

Destacado cuerpo académico

El alto nivel académico que posee el equipo de profesores que imparten las clases en el Magíster es un punto muy importante de destacar.  Está conformado por 21 profesores y profesoras, de los cuales nueve forman parte del núcleo, es decir, son de jornada completa de la Facultad y cumplen funciones de docencia en cursos lectivos, formación práctica y contribuyen a alguna de las líneas de desarrollo del magíster. De esos, cuatro poseen el grado de doctor y cinco, el grado de magíster y/o más de una especialidad.

Los demás (12), corresponden a profesores colaboradores que son externos a la Universidad y tienen un vínculo estable con el Magíster. Entre los profesores colaboradores, dos cuentan con doctorados y diez con magíster en diversas áreas (educación, psicología, derecho). Son profesores y profesoras que participan principalmente en la docencia en cursos obligatorios o electivos. Se destacan por ser académicos con trayectoria en la disciplina y experiencia profesional, por lo que cumplen un rol fundamental en asegurar que cada módulo sea impartido por especialistas.

Una de las alumnas de la actual promoción 2023-24, María Fernanda Cavada, quien se desempeña en dos establecimientos educacionales de la Municipalidad de Independencia, afirma que uno de los puntos que la llevó a elegir este programa fue precisamente éste: “Opté por este magíster por el equipo académico que le da soporte y desarrollo. Este programa de la UDP está a la vanguardia, teniendo incidencia en la elaboración de la política educativa y eso me parece muy pertinente”.

Para conocer más de cerca cómo han sido evaluados los profesores, la evaluación docente arroja interesantes resultados al respecto. Se aplica semestralmente a todas las asignaturas de los programas de magíster de la Universidad. En las evaluaciones realizadas en 2018 y 2020, los alumnos calificaron a los profesores que impartieron docencia en esos años con una nota promedio de 6,2. 

Una mirada desde adentro es la que comparte Rodrigo Pavez, profesor del Magíster y director del Colegio Monte Olivo (Puente Alto): “Es un cuerpo docente muy plural, de distintas edades, distintas experiencias, distintos ámbitos formativos, lo que enriquece a los estudiantes del magíster, les permite tener una visión, a veces, más teórica de la investigación y, a veces, más práctica desde la realidad cotidiana, pero todo confluye hacia lo mismo: cómo generamos mejoras continuas desde la gestión del liderazgo al sistema escolar. Lo potente de cada uno de los profesores del cuerpo académico, sin duda alguna, es su preparación, su experiencia y su visión reflexiva sobre lo que se hace”.

Cabe destacar que durante los últimos 5 años, el cuerpo académico en su conjunto ha producido 41 artículos publicados en Wos/ISI y Scopus, 23 artículos en otras indexaciones, 41 publicaciones no indexadas, 14 libros (8 libros como editor o coordinador), 53 capítulos publicados en libros, 8 proyectos Fondecyt y en 6 han sido investigadores/as responsables, 15 proyectos de intervención, innovación y/o desarrollo tecnológico, han participado en 58 consultorías, han presentado 103 ponencias en conferencias, mesas redondas, paneles de expertos en congresos nacionales y/o internacionales, reuniones en sociedades científicas del área y han recibido 6 premios y distinciones.

Egresados con altas competencias

Los profesionales que se gradúen del Magíster tendrán las competencias apropiadas para liderar y gestionar una organización educacional, enfocándose en el aprendizaje de las y los estudiantes. En consecuencia, podrán conducir acciones de cambio y mejora continua de la calidad de la educación, sustentadas en la evidencia de la investigación y el análisis de su experiencia profesional, y que, a su vez, sean coherentes con la política educacional y pertinentes al contexto y características de la institución que dirigen y su comunidad educativa.

Como una evidencia concreta del aprendizaje y perfeccionamiento alcanzado luego de su participación en el magíster, Paula Fornes, coordinadora académica primer ciclo del Colegio Alberto Blest Gana (San Ramón), afirma que “No tenía ningún magíster y me movía principalmente la intuición y el aprendizaje con las demás coordinadoras. Lo fundamental ha sido profesionalizar mi rol y, sin duda, uno de los principales aprendizajes ha sido las habilidades de liderazgo, que son herramientas necesarias para liderar instituciones educativas y me han permitido interactuar con equipos, tomar decisiones efectivas –conscientes, informadas y estratégicas- y promover un cambio positivo en la organización donde me desempeño”.

Desde otra perspectiva, “Las herramientas técnicas que entrega el magíster, en áreas,como liderazgo para la enseñanza, hacen sentido cuando uno las coloca en contraposición con la situación que vive actualmente la educación y el concepto escuela como tal, que es algo que está en crisis, porque es una escuela que arrastra un sinsentido pedagógico desde hace algún tiempo, creo que el programa busca entregarnos las herramientas para explorar los caminos para superar ese sinsentido”, cuenta Fernando Mora, alumno de la actual promoción y coordinador del área de convivencia escolar de la Dirección de Educación de la Municipalidad de Santiago .

Para esto, el plan de estudios está organizado en tres líneas formativas que profundizan conceptualmente en dimensiones clave de la gestión y el liderazgo educativo, ofreciendo, además, un conjunto de herramientas para acompañar el desarrollo de competencias profesionales adecuadas que los alumnos deben tener. 

Las líneas de formación son:

  1. Conocimiento avanzado en teoría y análisis de investigación en liderazgo y gestión escolar.
  2. Habilidades aplicadas para el liderazgo y la gestión escolar.
  3. Integración teórica y práctica.

En conjunto, estas líneas configuran una malla curricular compuesta por 13 módulos o actividades curriculares (incluyendo asignaturas, talleres, prácticas profesionales y seminarios de integración teórico-práctica), además de la actividad de graduación. Esta última consiste en un informe final del trabajo realizado en las prácticas profesionales y su defensa oral (examen de grado) ante una comisión. 

El plan de estudio tiene 60 créditos, distribuidos a lo largo de tres semestres (18 meses) que se imparten en modalidad presencial y jornada vespertina. Esta modalidad se complementa con seminarios y talleres que se dictan durante dos días completos, en cuatro oportunidades a lo largo de los 3 semestres de formación. 

“Las tres líneas formativas del programa apuntan al perfil de egreso, considerando el abordaje de conocimientos avanzados en teoría, análisis de investigación en liderazgo y gestión escolar, desarrollo de habilidades en liderazgo y gestión educativa, y un profundo trabajo de integración entre teoría y práctica. De esta forma, el magíster aspira a formar líderes capaces de tomar decisiones basadas en evidencia y teoría, en el marco político actual, respondiendo así a los desafíos actuales de mejora educativa y transmitiendo altas expectativas a sus comunidades”, explica Claudia Godoy, secretaria académica del Magíster.

Los inicios y desafíos actuales

El Magíster en Liderazgo y Gestión Educativa se crea en 2011, teniendo dos propósitos fundamentales. Por un lado, cubrir la necesidad del sistema educativo chileno de contar con líderes escolares con las capacidades y conocimientos para transformarse en agentes de cambio y mejora de los aprendizajes en nuestro sistema escolar. Por otro, lograr el propósito de la Facultad de Educación UDP de contribuir al fortalecimiento de la calidad y equidad de la educación en Chile, a través de la preparación de profesionales que se desempeñan en la base del sistema. En este sentido, el magíster responde directamente a la misión institucional de la UDP y su vocación pública. 

La creación de este programa coincidió con el desarrollo de algunas políticas educacionales que comenzaron a centrarse en la función directiva. Desde la política educativa se amplía el enfoque de calidad de la educación en base a la Ley General de Educación. Esto desafía a los líderes escolares quienes requieren ampliar sus capacidades en gestión educativa para la mejora escolar. 

En 2014 obtuvo su primera acreditación por un período de 7 años otorgada por la Agencia Qualitas. Desde 2015, han sido renovados sus planes de estudio, reglamento interno, mejora en la difusión de los propósitos y objetivos del programa, plan de evaluación integral para el cumplimiento del perfil de egreso, rediseño del proceso de formación práctica y en la incorporación de docentes mujeres al cuerpo académico.

Con respecto a la renovación de la acreditación actual por los próximos ocho años, Mario Uribe sostiene que “La acreditación da cuenta del nivel de desarrollo alcanzado en ámbitos muy diversos como son la organización y gestión del programa formativo, el nivel del cuerpo académico y su productividad en el ámbito de la investigación como su quehacer profesional, los mecanismos internos de aseguramiento de calidad, así como las políticas de acceso y beneficios estudiantiles como los sistemas de becas, biblioteca, entre otros. Todos estos aspectos no son estáticos, muy por el contrario, son muy dinámicos y hay una autorregulación y exigencia por mantener el nivel que hemos desarrollado en la última década”.