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Los resultados del proceso de selección universitario 2019 dan cuenta de la dificultad de aumentar el prestigio de la docencia entre las nuevas generaciones. Así, a pesar de que aumenta el porcentaje de quienes eligen ser docentes como primera opción, se registra una disminución de 4% en las postulaciones totales a las pedagogías. No se está cumpliendo con la expectativa de la Nueva Carrera Docente, donde el mejoramiento de las condiciones salariales y laborales de los docentes significaría un aumento rápido de mejores postulaciones a las pedagogías. Bajo este supuesto, la nueva Carrera, junto con mejorar las condiciones salariales de los docentes de manera significativa (promedio 30%), introdujo una mayor selectividad para acceder a las pedagogías: desde 2017, solo pueden ingresar postulantes que tienen más de 500 puntos o que están en el 30% superior del ranking de notas.

La aspiración al aumento de la atracción de buenos postulantes a la docencia es irrenunciable para construir una educación de calidad. Sin embargo, existe un temor fundado de que Chile tendrá un déficit importante de docentes en los próximos años. Distintas estimaciones (Unesco, Elige Educar, CIAE) coinciden en que se requerirán varias decenas de miles de docentes más hacia el 2030. Este déficit se debe a una diversidad de factores, tales como la carencia histórica en algunas asignaturas y regiones, las altas tasas de abandono de la profesión (40% en las primeros cinco años de ejercicio), o la mayor necesidad de docentes como producto de diversas políticas en curso (como la ampliación al 35% de las horas no lectivas o la disminución de alumnos por curso bajo la nueva educación pública).

La ecuación virtuosa consiste en equilibrar calidad y cantidad, logrando aumentar la atracción a la docencia de jóvenes talentosos y con vocación pedagógica, sin por ello dejar de atender adecuadamente la amplia necesidad de docentes que posee el sistema educativo.

Es oportuno que las autoridades analicen el tema en profundidad y tomen medidas concretas, que permitan compatibilizar ambos objetivos. Entre ellas, considerar reponer la beca Vocación de Profesor para los licenciados en distintas disciplinas que desean “reconvertirse” en docentes; ralentizar la gradualidad prevista en cuanto a una mayor selectividad del ingreso a las pedagogías (según la ley vigente, para 2020 deberían aumentarse los requisitos de ingreso, hasta llegar a 525 puntos o 20% en ranking de notas); fortalecer los programas PACE, con foco en las pedagogías; apoyar institucionalmente la ampliación de la matrícula de las facultades de educación bien evaluadas, especialmente en aquellas regiones con mayor carencia de docentes; y poner en marcha programas de acompañamiento individualizados a docentes en los primeros años de su desempeño laboral, que logren disminuir el abandono temprano de la profesión.