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Directivos escolares chilenos son concluyentes en describir el sentido de urgencia de sus prácticas cotidianas: “andamos todo el día disfrazados con el traje de bomberos apagando incendios, y esa es la realidad de la educación pública chilena” (Directivo de Escuela Municipal de la VII Región, Estudio diagnóstico Proyecto Herramientas, CEDLE, junio 2016). Investigaciones internacionales y nacionales en liderazgo educativo también son concluyentes en que en los establecimientos en los cuales sus directores dedican mayor tiempo a tareas pedagógicas y menos a tareas administrativas, existe mayor aprendizaje (Gordon, 1996; Murillo y Barrio, 1999; Cotton, 2003; Rayfield y Diamantes, 2004; Murillo, 2007; Buttram et al., 2008). En estos establecimientos los docentes señalan que sus directivos observan continuamente sus aulas y los retroalimentan, lo cual potencia su desarrollo; aprendizaje y facilita la promoción de una práctica docente más uniforme y clara (Robinson et al. 2009, en ‘BES Leadership).

En la Encuesta Liderazgo directivo y calidad de la educación en Chile (2010, CEPPE/Fundación Chile) sólo el 13% de los profesores dijo estar muy de acuerdo con que el director frecuentemente observa sus clases y el 20% declaró estar muy de acuerdo con que el director después de observar el aula, retroalimenta su trabajo y le entrega sugerencias de mejora. ¿Qué ocurre con los directivos escolares chilenos? ¿Qué tipo de incendios apagan con su “traje de bomberos”? ¿Por qué la mayoría de ellos no observan clases ni retroalimenta a los profesores si la evidencia es clara en señalar los beneficios de éstas prácticas? ¿Dónde está puesto “lo urgente” en los establecimientos educacionales chilenos? ¿Por qué los directivos no están priorizando por las tareas pedagógicas? ¿Por qué lo urgente pasa por sobre lo importante?

A partir de la nueva Ley de Carrera Profesional Docente (cuya implementación se llevará a cabo entre los años 2016 y 2026) se introduce el mandato a los equipos directivos de observar las prácticas de los docentes a fin de asignar sus responsabilidades y funciones de acuerdo al desempeño (MINEDUC 2016). A través de este mandato y de otras iniciativas privadas y gubernamentales, suponemos que los directivos priorizarán más por lo pedagógico, por ejemplo, haciendo más acompañamientos al aula, lo que según la evidencia mejoraría los procesos de enseñanza y aprendizaje redundando en un aumento de la calidad de los colegios chilenos. ¿Son estas suposiciones reales? ¿Priorizarán los directivos en un futuro por lo pedagógico? ¿Qué lugar debiese ocupar la labor administrativa?

¿Sería más adecuado plantear la idea de que la gestión administrativa esté al servicio de la gestión pedagógica?
A diario les insistimos a los directivos que “cuelguen su traje de bomberos” porque no deben seguir apagando incendios administrativos. ¿Cuáles son algunas de las creencias más comunes y generales que existen atrás de esta petición? Que las labores administrativas no debiesen ser tarea de los directivos; que está demostrado que los colegios que priorizan por lo administrativo son los colegios en donde los directivos no son líderes pedagógicos y que son colegios en donde la enseñanza y el aprendizaje no esta al centro. Con estas afirmaciones demonizamos lo administrativo sin entender el pulcro y claro lugar que debiese tener. ¿No será mejor pedirles que utilicen su “traje de bomberos” para priorizar por las tareas pedagógicas? ¿Qué beneficios tendrá el traje de bomberos directivo en la sala de clases para priorizar por lo importante y evaluar qué de lo urgente es realmente importante? ¿Cómo articular lo administrativo con lo pedagógico?

A nivel internacional y nacional hay reconocimiento explícito de la complejidad de las tareas directivas y de los esfuerzos cotidianos de los equipos escolares. Por ello, busquemos los beneficios del “traje de bomberos en lo pedagógico” y sigamos trabajando sobre los cimientos que los directivos ya han construido en los establecimientos educacionales chilenos. Un líder directivo que se vistió con el traje de bomberos puede trabajar para poner lo administrativo al servicio de lo pedagógico y permanecer con ese sentido de urgencia del bombero sabiendo que la relación entre lo pedagógico y lo administrativo es de mutua dependencia y sabiendo que para que esta dependencia se desarrollé de forma constructiva él deberá ejercer un liderazgo distribuido identificando, reconociendo y validando las habilidades y capacidades de todos los trabajadores y/o profesionales de su equipo – profesores; parvularias; jefes de UTP; inspectores; jefes de departamento; secretarias; auxiliares; directivos; coordinadores; asistentes – para alcanzar así los objetivos administrativos y pedagógicos comunes de su establecimiento educacional.