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Desde el año 2013 venimos realizando anualmente la encuesta “La voz de los directores” para intentar recoger lo que piensa y opina este decisivo actor de la vida escolar, del cual depende en parte importante el éxito o fracaso de programas y reformas en los establecimientos escolares. Es sabido que una escuela no alcanza ni sostiene una alta calidad si no cuenta con directivos que sean auténticos líderes educativos.

En la versión del año 2018, destaca el que se mantiene una visión solo regular de la calidad y la equidad de la educación nacional, con un optimismo moderado sobre su futuro y con una visión crítica de las autoridades ministeriales actuales y pasadas.

Respecto de la Ley de Inclusión, los directivos han aumentado significativamente su conocimiento y creen mayoritariamente que no tendrá impacto en su establecimiento (39%) o que tendrá un impacto positivo (38%). En la minoría que cree que tendrá un impacto negativo (23%) hay una alta participación de quienes trabajan en el sector privado subvencionado. Más generalmente, los directores opinan que habrán dos obligaciones de la ley para lo cual se sienten poco capacitados: el mantener en el establecimiento a estudiantes con problemas de disciplina y el tener que enseñar en contextos de mayor diversidad.

En cuanto a la nueva Ley de Carrera Profesional Docente, ella ha incrementado también su conocimiento y una amplia mayoría (59%) cree que tendrá un impacto positivo en su establecimiento. Pero los directivos tienen ciertas aprehensiones frente a la implementación de la carrera en sus escuelas, sintiéndose poco preparados para atraer (y retener) a los nuevos docentes requeridos por el aumento de las horas no lectivas, para  realizar inducción a los docentes noveles y para diseñar planes de desarrollo profesional para los profesores y profesoras.

Los directores también reportan tener una relación frecuente con sus sostenedores, tanto en la dependencia pública como en las privadas. Sin embargo, esta relación se da principalmente en lo administrativo, contándose con menor apoyo en lo técnico-pedagógico. Así dos tercios de los directores informan de un bajo apoyo de su sostenedor en lo técnico-pedagógico en cuanto a su frecuencia, a lo que debe agregarse que un 60% considera que dicho apoyo es de escasa utilidad.

Adicionalmente, hay una unánime demanda por contar con una carrera directiva.   Los directores piensan que dicha carrera es una necesidad urgente y que ella debe ser para, al menos, todos quienes ejercen esta posición en un establecimiento subvencionado. Asimismo opinan que dicha carrera debiese no solo focalizarse en la dimensión salarial y de condiciones laborales, sino que debiera fijar los requisitos de contar con experiencia directiva previa y una formación especializada para asumir la dirección de un  establecimiento.

Es de esperar que estos resultados de “la voz de los directores” sirvan como alertas  al mundo educativo y especialmente a las autoridades del ramo, respecto de prioridades a atender en la agenda educativa.  Así los directores y directoras irán siendo validados como  informantes calificados de lo que acontece en escuelas y liceos, así como actores imprescindibles para avanzar en el sector educacional.