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Según la categorización de establecimientos realizada por la Agencia de Calidad en base a sus resultados, existen 616 establecimientos de enseñanza básica y 338 de enseñanza media en la categoría “insuficiente”, es decir, en los que sus estudiantes obtienen resultados muy por debajo de lo esperado considerando su contexto social. Esto corresponde a un 11% y 12% respectivamente de los establecimientos que fueron ordenados.

Para abordar propuestas de mejora en estos establecimientos, es necesario comprender qué factores inciden en que una escuela sea insuficiente.

En el marco de los estudios de eficacia escolar, el trabajo realizado por Murillo y Román del año 2011, contribuye a esta discusión. En base a los datos del estudio SERCE, el estudio revisa el efecto de diversos tipos de variables y niveles al interior de los sistemas educativos en los resultados de aprendizaje de estudiantes provenientes de distintos países latinoamericanos.

El trabajo encuentra que la magnitud del efecto escuela está en torno al 20% de la varianza del rendimiento de los alumnos, lo cual se condice con la evidencia internacional. Básicamente, esto significa que los procesos a nivel escolar tales como: clima, existencia de objetivos compartidos, altas expectativas, participación de las familias, desarrollo profesional de los docentes o gestión escolar, explican una variabilidad del 20% de los resultados de aprendizaje.

Otra potente fuente de factores explicativos de las diferencias en los resultados de aprendizaje entre escuelas, aun para resultados corregidos, proviene de las características de los estudiantes, tales como el nivel cultural y socioeconómico de su hogar, atribuyéndose a estas características la explicación de un 11% o un 14% de la varianza del rendimiento escolar en diferentes pruebas.

Finalmente, una tercera fuente explicativa de los resultados de aprendizaje fue el efecto país (recordemos que el estudio revisó resultados de aprendizaje en establecimientos y estudiantes pertenecientes a diferentes países), este efecto da cuenta de las políticas sociales y educativas en que trabajan estas escuelas, y contribuye a explicar ni más ni menos que entre un 15% y un 19% de la varianza en los rendimientos de los estudiantes (según la prueba que corresponda). Este último nivel explicativo es interesante, ya que pone sobre la mesa que las condiciones en que trabajan los establecimientos son relevantes al momento de revisar sus resultados. Llevando este último hallazgo a una escala más pequeña, al interior de nuestro país por ejemplo, cobran relevancia las políticas nacionales en relación a condiciones en que operan los establecimientos y el rol de los niveles intermedios, al intermediar a nivel local la implementación de esas políticas, administrar recursos y decidir respecto de diversas materias que inciden en su trabajo.

De esta manera, los resultados de aprendizaje de los estudiantes en un establecimiento dependen no solo de los procesos al interior de los establecimientos, sino también de las características de los estudiantes con que trabajan y de las condiciones en que operan. En este sentido la categoría “insuficiente” por ser aplicable a los establecimientos, tiende a cargar la responsabilidad por los resultados dentro de las escuelas, invisibilizando a otros actores responsables de crear esas condiciones, tanto a nivel local como central de nuestro sistema educativo.
Las diversas fuentes de factores explicativos, hacen que tras esta categoría existan establecimientos insuficientes por diversos motivos, los tipos de factores explicativos pueden aumentar la probabilidad del establecimiento de estar en esta categoría, pero ninguno es suficiente por si solo. Aun cuando los resultados para la categorización hayan pasado por un ajuste en relación a variables de entrada de los estudiantes, sigue siendo más probable que un establecimiento sea insuficiente mientras menor sea el nivel socioeconómico de sus estudiantes, es más probable que tenga resultados insuficientes si tiene débiles procesos internos, y también -a igual nivel socioeconómico entre establecimientos- es más probable que sean ordenados en la categoría insuficiente si trabajan en un contexto local adverso y/o con precarias condiciones para operar (recursos financieros, humanos, redes de apoyo, etc), a la vez que existen numerosos contra-ejemplos en cada uno de estos niveles explicativos. De esta manera, la misma categoría aplica para realidades heterogéneas y se hace necesario un diagnóstico acabado, que considere diversos factores y niveles para poder realizar un apoyo pertinente.

Se ha dicho que la Categoría de Desempeño es la forma a través de la cual el Sistema de Aseguramiento de la Calidad (SAC) -y también el nivel intermedio (constituido en la actualidad por los sostenedores)- pueden identificar el grado de apoyo y orientación que necesitan los establecimientos. Sin duda, establecimientos en esta categoría son los que deberían recibir más apoyos técnicos y recursos para superar sus resultados. Pero tanto el nivel central como el intermedio por ser parte de la solución, también pueden ser parte del problema.

Desde el nivel central, la Agencia de Calidad ha realizado un gran aporte al diagnóstico de las escuelas insuficientes a través de sus Visitas de Evaluación y Orientación a los establecimientos y sus sostenedores. El Ministerio ha puesto en marcha políticas dirigidas al fortalecimiento docente y directivo, además la Ley de Inclusión y en especial la que crea un Sistema de Educación Pública fortalecen y resguardan la acción de los sostenedores para proveer mejores condiciones, apoyo pedagógico y uso de recursos a los establecimientos.

Sin embargo, nos queda camino por recorrer en políticas intersectoriales para evitar la concentración de altos niveles de vulnerabilidad en un territorio, en revisar las características de la oferta y demanda educativa a nivel local, en considerar sistemas de apoyo al rol de los niveles intermedios, así como en acciones que resguarden la coherencia entre diferentes niveles y actores del sistema, ej: asegurar que los informes de visita de la Agencia de Calidad tengan buen uso por parte del sistema de apoyo, o promover acuerdos entre instituciones de diversa naturaleza para el apoyo a los establecimientos dentro de un territorio. Cuando hablemos de escuelas insuficientes, invito poner atención no solo a los procesos y actores al interior de la escuela, sino también también a las insuficiencias y posibilidades que está ofreciendo el sistema educativo a esa escuela.