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En tiempos regulares, tomar la decisión de enrolarse en un programa de magíster ya es una tarea difícil: ¿qué especialidad escoger?, ¿en qué institución?, ¿por cuánto tiempo?, ¿a qué costo? son algunas interrogantes que emergen en la cabeza de muchos aspirantes. En contexto de pandemia, estas interrogantes se vuelven incluso más difíciles: ¿puedo aprender lo mismo que en formato presencial?, ¿se verá sacrificado mi aprendizaje por la modalidad remota o híbrida?, ¿el programa se habrá adaptado a las condiciones de trabajo telemático?

Si los aspirantes a postular a un magíster no tienen bien resueltas estas interrogantes, desistir de matricularse en un programa de magíster parece ser la decisión acertada. Especialmente cuando se encuentran con programas que no han hecho las adaptaciones tecnológicas necesarias; no han ajustado su plan de estudio a las posibilidades y limitaciones que ofrece un entorno virtual; y sin el desarrollo de capacidades de las y los profesores para responder a las condiciones del contexto. Si este es el caso, la alternativa es clara: no estudie un magíster este año.

Sin embargo, hay alternativa. Los grandes desafíos experimentados por la humanidad en toda su historia –como esta pandemia-, coinciden con momentos de grandes avances sobre la comprensión del mundo y de gran desarrollo tecnológico para adaptarnos a las condiciones del contexto. Si los aspirantes logran encontrar programas que interpretan la situación de pandemia como una oportunidad de aprendizaje organizacional y de evolución en materia de liderazgo, entonces esto puede ser una oportunidad única de hacerse parte de los procesos de desarrollo e innovación que están ocurriendo en muchas universidades. En estas instituciones, los aspirantes podrán tomar ventaja si optan por programas que hayan hecho el trabajo de adaptación de sus programas a los desafíos impuestos por la pandemia. Un programa de estas características puede transformarse en una oportunidad única de formación, en un momento único de la historia no sólo de Chile, sino que del mundo entero.

Este es el trabajo que el equipo del Magíster en Liderazgo y Gestión Educativa – UDP (MLGE-UDP) ha estado desarrollando. Nuestro equipo ha diseñado una estrategia de respuesta a esta crisis con vocación formativa y sin sacrificar oportunidades de aprendizaje.  Más bien, al contrario, el MLGE-UDP ha adaptado su oferta reconociendo las oportunidades de aprendizaje que el contexto de pandemia nos ofrece. En este marco, creemos que matricularse en el MLGE es una gran oportunidad por las siguientes razones:

1.Diseño intencional y flexible

El programa está intencionalmente diseñado para desarrollar competencias de diagnóstico y análisis de las organizaciones, además de brindar los recursos necesarios para proponer iniciativas de mejora que se nutran de evidencia e investigación de punta. Estos objetivos formativos han sido adaptados a los problemas y necesidades prácticas que las y los estudiantes del magíster puedan experimentar durante esta pandemia. Esto se ha realizado mediante la aplicación de los principios de la mejora organizacional basada en diseño, que es uno de los enfoques en los cuales se fundamenta el magíster. Este enfoque descansa sobre tres principios: orientación a los problemas organizacionales vinculados al trabajo, respuesta a necesidades prácticas de los profesionales y diseño de soluciones con un buen ajuste a los problemas prácticos. Mediante la conjugación de estos principios, el MLGE ha logrado constituirse como un programa de alta adaptabilidad y muy sensible a las necesidades de nuestros estudiantes.

2. La excelencia de sus académicos

El MLGE-UDP cuenta con un excelentísimo equipo de académicos, quienes combinan una robusta experiencia investigativa y un compromiso férreo con apoyar al trabajo práctico de miles de líderes escolares a nivel nacional e internacional. En la actualidad, la mayoría de este cuerpo académico se encuentra fuertemente comprometido en investigar, desarrollar y responder a las crecientes problemáticas del contexto actual, de modo tal de ofrecer oportunidades de aprendizaje que sean convergentes con las necesidades del momento.

3.Adaptación a la situación de trabajo remoto, híbrido o mixto

El equipo de gestión del MLGE-UDP y los académicos que lo componen, han tenido un intenso año de actualización de sus competencias para desarrollar el trabajo de enseñanza y aprendizaje ajustado a entornos ya sea remotos, híbridos o presenciales. Además, la UDP ha ofrecido un robusto apoyo tanto de plataformas de gestión académica como de enseñanza remota, para robustecer y adaptar la oferta formativa a las condiciones actuales.

4. Recursos de punta para el contexto de pandemia

El MLGE-UDP se aloja en el Programa de Liderazgo Educativo, un nicho ecológico que le permite participar de las discusiones y desarrollos de herramientas de punta que se están elaborando para responder a los desafíos de la pandemia. Dentro de este desarrollo, se encuentra un importante número de académicos del magíster quienes están colaborando en la generación de conocimiento de vanguardia para reaccionar al contexto de pandemia. Por ejemplo, en el año 2020, el programa desarrollo una serie de charlas para dar orientaciones respecto de cómo liderar en contextos de crisis (ver: shorturl.at/fjtJ9). Adicionalmente, el programa desarrolló un diplomado para abordar las mismas necesidades en un formato de enseñanza más estructurada.  Todas estas iniciativas están contribuyendo directamente al magíster con importantes recursos para responder a los desafíos contemporáneos.

El equipo del MLGE-UDP, con el respaldo del Programa de Liderazgo, ha aceptado el desafío de aprovechar esta coyuntura histórica para crecer y desarrollar innovaciones y desarrollos para los desafíos futuros en materia de liderazgo y gestión. Si quieres ser parte de esta empresa, no dudes en unirte a esta comunidad para que juntos desarrollemos el liderazgo del mañana.

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