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La creciente complejidad de la sociedad contemporánea está confrontando a las escuelas con una serie de problemas inéditos para los cuales no hay soluciones ni simples ni rápidas. Los sendos problemas que emergieron durante y luego de la pandemia del Covid-19 son una ilustración contundente de esta afirmación: Deserción escolar, ausentismo crónico, rezago en los aprendizajes, aumento de problemas de salud mental tanto de estudiantes como de profesores –por nombrar algunos- son ejemplos de las problemáticas que las escuelas enfrentan no solo en Chile, sino que en el mundo entero. ¿Qué tipo de problemas representan los desafíos descritos? ¿Están dotados los líderes chilenos de las competencias necesarias para enfrentar este tipo de problemas? ¿Qué tipo de conocimiento requieren los líderes educativos para abordar estos problemas en sus organizaciones? 

Los tipos de problemas que hoy por hoy las y los líderes están enfrentando en el mundo escolar envuelven lo que Ronald Heifetz llama: desafíos adaptativos. Los desafíos adaptativos constituyen problemas complejos, dinámicos, no estructurados, difíciles de definir, para los cuales no hay una solución conocida. Estos problemas emanan de situaciones emergentes que se derivan de una sociedad en constante cambio y evolución. El fenómeno del narco en los sectores más vulnerables, la diversidad cultural que desborda las salas de clases como resultado de los flujos migratorios, el aumento de los niveles de conflictividad entre estudiantes o entre estudiantes y profesores, son algunos ejemplos de desafíos adaptativos.  

¿Están dotados los líderes chilenos de las competencias necesarias para enfrentar este tipo de problemas? Parcialmente. En Chile, las políticas y programas de liderazgo han estado enfocados en desarrollar conocimiento técnico para apoyar a los líderes en la tarea de gestionar y mejorar sus organizaciones. Siguiendo a Heifetz, el conocimiento técnico se caracteriza por constituir problemas conocidos, fáciles de identificar y, a menudo, reconocibles en base a la experiencia o a diagnósticos organizacionales. Las soluciones también son conocidas o identificables en el repertorio de recomendaciones de agentes externos, marcos para guiar la labor profesional, estándares o buenas prácticas que existen en el entorno de la organización. Para aplicar el conocimiento técnico, los actores educativos deben invertir esfuerzo para la implementación de estrategias conocidas, aplicar saberes procedimentales, además de destinar el tiempo y recursos para ello. El conocimiento técnico es esencial a la hora de diagnosticar e implementar soluciones inducidas desde el exterior de las organizaciones escolares; sin embargo, no es tan productivo a la hora de enfrentar problemas emergentes para los cuales el sistema no provee respuestas. 

¿Qué tipo de conocimiento requieren las y los líderes educativos para abordar los desafíos adaptativos en sus organizaciones? Responder a los desafíos adaptativos requiere que las y los líderes educativos incorporen destrezas que les permita comprender los desafíos emergentes que enfrentan, diseñar estrategias de mejora ad-hoc a dichos desafíos y facilitar procesos de aprendizaje organizacional con el fin que la escuela logre adaptarse con mayor eficiencia a entornos más dinámicos. En la actualidad, este tipo de conocimiento pareciera estar emanando del movimiento de mejora continua. La mejora continua es un término para describir un enfoque para la resolución de problemas que representa un esfuerzo continuo para mejorar tanto los procesos como los resultados de las organizaciones. Se estructura en bases a ciclos cortos de mejora, rápidos e incrementales, los cuales se van refinando en la medida que las organizaciones aprenden de la experiencia de implementación de soluciones y progresan hacia mejores resultados.  

En educación, la mejora continua implica una forma novedosa de procesar problemas emergentes y complejos para los cuales los programas prescriptivos o los estándares fomentados desde los gobiernos centrales no necesariamente tienen respuestas. Modelos tales como el DataWise, la Ciencia de la Mejora, la Mejora Escolar Basada en el Diseño o el Lesson Study son ejemplos del enfoque de mejora continua aplicado al área de la educación. Haciendo un contraste con lógicas de mejora inducidas externamente, la lógica de mejora continua pone en el centro los problemas de los profesionales de la educación y la búsqueda coordinada de soluciones desde dentro de la organización escolar. 

Poner en funcionamiento este tipo de enfoques no es trivial. Más bien requiere de un tipo de liderazgo que fomente una mentalidad de resolución de problemas entre los miembros de la organización escolar. Según Mehta y sus colegas, el tipo de liderazgo que parece responder a esta necesidad es el liderazgo adaptativo. El liderazgo adaptativo es un tipo de liderazgo centrado en la resolución de problemas y en el desarrollo de las personas para su adaptación a entornos dinámicos. El líder adaptativo…: 

  • …tiene un especial énfasis en desglosar problemas complejos, identificar prioridades y conectarse con las urgencias de las personas de la organización.  
  • …aplana las jerarquías. Entiende que para ocupar la experiencia y conocimiento distribuido al servicio de la mejora es necesario conversar de manera horizontal en un marco de confianza y respeto mutuo con todos los actores de la escuela.  
  • …no solo pone foco en el desarrollo de los estudiantes, sino también en el desarrollo de los adultos.  
  • …diseña experiencias laborales para desencadenar la motivación intrínseca de los adultos de modo tal de activarlos para la acción.  
  • …diseña soluciones precisas. Los cursos de acción son claros, responden a los problemas prácticos, son guiados con metas alcanzables y en la zona de desarrollo próximo de los adultos. 
  • …aprende iterativamente. Tiene una vocación por aprender de la evidencia tanto cuantitativa como cualitativa que emana de la implementación de soluciones como base para el aprendizaje organizacional. 
  • …ajusta progresivamente las soluciones. En una lógica de ensayo y error, va ajustando las intervenciones de modo tal de capitalizar en diseños prácticos los aprendizajes alcanzados. 

El repertorio de comportamientos descritos expresa competencias que se enfocan en comprender el lado humano del cambio y las condiciones para su desarrollo, como condición de posibilidad para diseñar organizaciones más adaptables a entornos complejos. De este modo, el líder adaptativo no solo tiene conocimiento técnico de cómo debería funcionar una organización, sino también conocimiento sobre cómo desarrollar una organización para su adaptabilidad. Este conocimiento integra saberes sobre resolución de problemas, principios de diseño, aprendizaje adulto, motivación humana, psicología social de grupos, desarrollo organizacional, entre otros.   

El aumento de la complejidad de la sociedad crecientemente se está traduciendo en 

un aumento en la complejidad en la provisión del servicio educativo. El enfoque de mejora continua es un camino que hoy está capturando la atención de investigadores, hacedores de política y profesionales vinculados a la práctica como un camino para responder a la creciente complejidad que enfrentan las escuelas. Sin embargo, para que se transforme en una herramienta que pueda ayudar de manera efectiva a las escuelas, requiere del desarrollo de nuevas competencias de liderazgo que permitan a las y los líderes diseñar organizaciones capaces de responder a los desafíos adaptativos que le impone la sociedad. Mucho de este conocimiento no necesariamente emana de estándares, buenas prácticas o herramientas de gestión característicos del conocimiento técnico. Sino más bien, pareciera requerir del desarrollo de una mentalidad más sofisticada que permita orientar a los actores de la escuela a resolver problemas emergentes en una lógica de mejora continua. En este marco, las características del liderazgo adaptativo parecen ofrecer un horizonte de orientación prometedor para el desarrollo de nuevas competencias en las y los líderes chilenos.