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Existe consenso entre los expertos en educación respecto a la relevancia que puede llegar a tener la escuela como un espacio de aprendizaje y desarrollo de competencias para la ciudadanía, especialmente si en su interior se fomenta un clima de respeto a la diferencia, de apertura a la discusión y el disenso y una cultura escolar participativa e involucrada con la realidad de su entorno más cercano. Entendiéndola de un modo integral, la formación para la ciudadanía no se basa solo en la enseñanza meramente teórica de conceptos cívicos y civiles, sino que en una puesta en práctica de actitudes ciudadanas y democráticas, un ámbito en el que el rol del líder escolar es fundamental.

El seminario Formación ciudadana y liderazgo escolar: oportunidades, desafíos y herramientas, organizado por el Programa de Liderazgo Educativo UDP, abordó la formación para la ciudadanía en sus dimensiones prácticas y el rol que las y los directores de escuela tienen en el fomento de una actitud ciudadana y una cultura participativa dentro de la comunidad escolar.

No estamos priorizando de debida manera el educar para la relación con la política, con los otros que no vemos, con los otros que piensan distinto, y es crucial”, señaló el profesor Cristián Cox, director del Centro de Políticas Comparadas en Educación UDP y persona a cargo de la presentación principal del seminario.

Según abordó el profesor Cox, la educación para la ciudadanía presenta tres dimensiones: curricular, de comunidad escolar y de comunidad externa. La primera de las dimensiones ocurre en el aula y es responsabilidad del docente. Las otras dos dimensiones son de carácter práctico, prioritarias para la formación ciudadana y con especial responsabilidad e incidencia del liderazgo. En estas se centró el seminario.

La comunidad escolar es el núcleo esencial para la adquisición de habilidades políticas a través de instancias auténticas de participación, deliberación, representación y de construcción de acuerdos. Aquí tienen lugar la elección de centros de alumnos, la participación en el consejo escolar y la deliberación de asuntos internos de las escuelas. La comunidad externa, en tanto, es esencial para la cohesión social y la generación de confianza, dos elementos clave en la formación para la ciudadanía. En esta dimensión tienen lugar estrategias de vinculación con el medio y experiencias de servicio a la comunidad, acciones que fortalecen actitudes prosociales y cívicas en las y los estudiantes.

Experiencias de formación para la ciudadanía: la voz de los directores

Jaqueline Concha y Danilo Frías, directores del Liceo Bicentenario Instituto Comercial de Linares y del Colegio San Ignacio Alonso Ovalle, respectivamente, participaron del seminario organizado por el Programa de Liderazgo Educativo UDP para presentar algunas de las acciones que han impulsado en sus establecimientos, especialmente después de octubre de 2019.

El estallido social de octubre significó un gran desafío para los líderes escolares. Las movilizaciones comenzaron en el centro de Santiago, lideradas por estudiantes secundarios. Danilo Frías cuenta que en la comunidad del Colegio San Ignacio Alonso Ovalle ya advertían que podía ser algo grande. La privilegiada ubicación del establecimiento, en pleno centro cívico de la capital, les permitió ser testigos directos de los acontecimientos. Según contó en el seminario, en octubre de 2019 comenzaron a pensar en la necesidad de generar instancias para conversar sobre lo que estaba ocurriendo, asimilarlo e involucrarse.

A partir de octubre, la comunidad del Colegio San Ignacio Alonso Ovalle comenzó a tener diálogos, algunos de ellos con invitados externos.

Se ha intencionado la creación de instancias de diálogo, conocimiento y reflexión sobre todas estas situaciones que estamos viviendo. Se han generado diálogos con invitados de distintas corrientes políticas y visiones de la sociedad. Se ha promovido mucho la relevancia de estar informados en vistas de aportar con visiones que promuevan el aporte a la cohesión social”, cuenta Danilo Frías.

Algo parecido ocurrió en el Liceo Bicentenario Instituto Comercial de Linares, dirigido por Jaqueline Concha. Allí comenzaron a realizar la semana del autocuidado y la formación integral, que ha incluido actividades de diálogo en torno al desarrollo constitucional chileno y el proceso constituyente actual.

La evolución del conflicto político y social que comenzó con masivas movilizaciones en octubre de 2019 y que culminó en un proceso constituyente iniciado en julio 2021 abre una gran oportunidad para la formación ciudadana en las escuelas, en cuanto a relevar la capacidad que tuvo el país para canalizar las demandas ciudadanas en un proceso democrático. Entre 2020 y 2021 se han realizado cinco elecciones en el país, y aún restan dos más antes de que termine el año. La cargada agenda electoral y el proceso constituyente en marcha deberían ser aprovechados por directores y directoras para fomentar el diálogo y la participación de alumnos y alumnas, así como su compromiso y vinculación con la comunidad externa.

Respecto a los desafíos que tienen las y los líderes escolares, Danilo Frías reflexiona: “El principal desafío hoy es evidenciar que lo que sucede en nuestro mundo tiene un tremendo impacto de la vida de todas y todos, especialmente a futuro. Otro desafío es motivar a adultos y estudiantes a participar activamente, a estar bien informados y reflexionar en vistas a que seamos actores sociales transformadores de nuestra realidad inmediata y extensa. Hay que luchar cotidianamente con la apatía o la desesperanza de poder cambiar verdaderamente nuestra realidad”.