Dada la crisis sanitaria y a propósito de la situación que están viviendo los establecimientos educativos, entrevistamos a Juan de Dios Maltés, director a la Escuela Camilo Mori de Independencia, quien relató los desafíos y aprendizajes que han vivido en su comunidad educativa.
1) Como director del establecimiento, ¿Qué ha implicado liderar un establecimiento de manera remota?, ¿cuáles han sido los mayores desafíos?
Ha implicado un ejercicio de conversación con los docentes y con el equipo directivo para responder, en conjunto, a las preguntas que nos surgen en un escenario desconocido para todos nosotros. Una de las preguntas más importantes que intentamos responder fue la relativa al rol de la escuela Camilo Mori en la crisis sanitaria, tomando en consideración la realidad que viven las familias de nuestros estudiantes. Paralelamente, nos preguntamos por las prioridades curriculares que debía tener nuestra escuela. Igualmente, nos preguntamos acerca de las estrategias que podrían resultar más adecuadas para favorecer aquello que nos parecía central: el vínculo con nuestros estudiantes. Como es esperable, esto nos ha exigido voluntad para construir acuerdos y consensos.
También ha implicado un esfuerzo de apertura y adaptación a formas de relacionamiento muy distintas. Especialmente hemos avanzado en el reconocimiento y valoración del trabajo colaborativo.
Por otro lado, el uso de la tecnología ha significado un desafío muy importante dado que ninguno de nosotros, o muy pocos y pocas, tenían entrenamiento en comunicación remota o en el uso educativo de la tecnología. En este sentido debemos reconocer el gran aporte que ha significado la recientemente creada página de Facebook de la escuela para la comunicación con la comunidad educativa. De la misma forma hemos valorado muy positivamente el uso de whatsapp a nivel de los cursos porque ha permitido una comunicación más inmediata con los alumnos y alumnas. Esta herramienta es el recurso con el que cuenta una parte muy importante de las familias y de los estudiantes (85%) para conectarse con la escuela. También hemos descubierto la potencialidad que posee por su inmediatez, el video en whatsapp como un recurso con una finalidad vinculante y/o educativa. En el segundo ciclo, hemos usado y valorado la plataforma Classroom para el desarrollo de las actividades educativas.
2) ¿Cómo ha gestionado y contenido a su equipo docente y a su comunidad educativa durante este período de crisis sanitaria?
Tenemos un sostenedor que ha sido particularmente preocupado por el bienestar de los equipos de trabajo y eso nos ha ayudado mucho en nuestra tarea. Coincidentemente, hemos intentado poner en el centro de nuestra gestión el bienestar de cada uno de los integrantes de nuestro equipo, de nuestros apoderados y especialmente de nuestros alumnos.
En el caso de los alumnos y alumnas, tempranamente acordamos como equipo que lo central de nuestro trabajo sería desarrollar el vínculo y la contención de nuestros estudiantes porque una gran parte de ellos vive en condiciones de mucha precariedad, en espacios muy reducidos y muchas veces muy solos a causa de las extensas jornadas laborales de sus padres. Consecuentemente, hemos estado muy atentos y realizado acompañamiento, por medio del equipo de psicólogos, a los cursos o alumnos/as que lo han requerido.
En relación a nuestro equipo hemos intentado conformar equipos de trabajo, de modo que nadie se quede solo, y hemos diseñado con el equipo de psicólogos de la escuela algunas actividades de autocuidado a nivel general o de los equipos de aula (EDA) en particular.
3) ¿Cómo se han abordado los aprendizajes y la evaluación de los contenidos de cara al cierre del primer semestre?
La escuela no ha estado centrada en un enfoque académico. En lo fundamental, hemos determinado redefinir las prioridades curriculares desarrollando aquellos OAs que se relacionan directamente con las llamadas habilidades para la vida.
Paralelamente hemos intencionado trabajar con la metodología de aprendizaje basado en proyectos (ABP) de modo de no sobrecargar a los alumnos con trabajos o actividades dispersas y potenciar el trabajo colaborativo entre los docentes.
En los cursos del primer ciclo, los equipos de aula han trabajado con actividades o desafíos que se viralizan a los estudiantes por medio de videos de whatsapp y los estudiantes responden por este medio o por la fanpage (en Facebook) de los cursos.
En cuanto a la evaluación, hemos definido que no es el momento para calificar ni poner notas a los trabajos, actividades o desafíos que hemos propuesto a nuestros estudiantes. Más bien creemos que se trata de apoyarlos, motivarlos y retroalimentarlos para que se mantengan activos y abiertos al aprendizaje. En esto nos hemos mantenido muy fieles al espíritu del Decreto N° 67 que ha entrado recientemente en vigencia
Finalmente, creemos que este enfoque pedagógico ha potenciado la participación de los alumnos y alumnas en las actividades y desafíos que les hemos propuesto y eso nos tiene muy contentos.
4) Dentro de las nuevas acciones o proyectos que han surgido en este contexto ¿hay alguna acción exitosa que le gustaría compartir?
Esta pregunta es muy importante para nosotros porque nos pone el desafío de pensar en los aprendizajes y hallazgos que hemos realizado en esta travesía sin muchas certezas. Aunque en el equipo de gestión hemos ensayado algunas respuestas creemos que ella debe ser respondida por todo el equipo docente de modo de hacer conscientes los aprendizajes, atesorarlos y relevarlos. De otra forma, corremos el riesgo que ello no sea más que un paréntesis sin mucho valor.
Aunque con toda seguridad, el proceso de reflexión sobre este punto con el equipo de docentes aportará más elementos, por el momento podemos decir que el equipo de gestión (EGE) piensa que los aprendizajes centrales son cuatro:
Concretamente, una de las acciones que nos parecen más exitosas en este tiempo son las cápsulas o videos semanales por whatsapp con desafíos diarios, que pueden ser desarrollados por los estudiantes a partir de elementos o materiales que se encuentran en las casas y donde aparecen los propios profesores animando el desafío. Esta ha resultado ser una actividad mucho más amigable que una tarea o trabajo.
Aunque no es una acción, nos parece muy importante destacar que esta situación nos ha obligado a trabajar más desde la empatía con nuestros alumnos porque hoy más que nunca necesitamos prestar atención a las dificultades que ellos puedan tener.
