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Joseph Flessa es profesor de liderazgo educativo y política educativa en el Ontario Institute for Studies in Education de la Universidad de Toronto, Canadá. Antes de ser académico fue profesor de quinto y sexto año escolar en un establecimiento en Texas y director general de escuela en México. La experiencia académica combinada con su anterior experiencia en las escuelas han despertado un particular interés por observar la conexión —“o falta de conexión”, precisa— entre la investigación en liderazgo escolar y la práctica. Lleva más de una década trabajando con profesionales y académicos de Chile en el tema de liderazgo escolar, lo que lo hace un conocedor del contexto nacional. En 2016 participó en el lanzamiento del centro de liderazgo para la mejora escolar Líderes Educativos, y en mayo de 2021 fue parte del seminario Carrera directiva: una deuda de la educación chilena. Experiencias internacionales y propuestas, organizado por el Programa de Liderazgo Directivo UDP y C-Líder. Conversamos con él sobre el Principal’s Qualification Program (PQP), el programa de formación de directores que implementa Ontario hace décadas, y sobre su visión del liderazgo escolar en Chile y del rol de las y los directores durante la pandemia. Acá te presentamos un extracto de la entrevista, que puedes revisar completa aquí.

Marco de Liderazgo y Curso de Calificación de Directores de Ontario

Actualmente Ontario cuenta con dos herramientas para la formación de directores de escuela: el Ontario Leadership Framework y el Principal’s Qualification Program. El primero es un marco que proporciona los conocimientos necesario para liderar una escuela; el segundo es un programa de formación de dos semestres, con dos cursos de 120 horas cada uno por semestre y una práctica de 60 horas. Flessa desconoce cuánto tiempo les llevó diseñar el sistema de formación actual, pero lleva décadas implementándose, pues cuando él llegó a Ontario, en 2005, el programa ya existía. Lo que sí sabe con seguridad, es que para ser director de escuela primero tienes que ser profesor de aula. “En Ontario, antes de empezar el camino de director uno tiene que ser profesor. No existe la idea de que puedes llegar a ser director o directora sin haber tenido la experiencia profesional de profesor, nos cuenta. De hecho, los docentes que tengan interés en formarse para ser directores deben tener al menos cinco años de antigüedad en aula.

Un elemento que destaca en la experiencia de Ontario, y que la hace distinta a otras carreras directivas revisadas en el seminario de mayo, es que la formación de los futuros directores la realizan directores en ejercicio. Joseph Flessa cree que la decisión de que los formadores fueran directores en ejercicio se tomó pensando en la necesidad de tener una carrera directiva esencialmente práctica, que es una característica del PQP. “Hay mucha crítica en la literatura acerca de programas de formación que existen, típicamente en universidades, que están súper lejos de la práctica. Yo creo que la idea fue que, si vamos a requerir formación, que esa formación tiene que ser práctica. La idea de una carrera profesional es que tiene que ser práctico”, comenta.

Este tipo de formación esencialmente práctica a cargo de directores en servicio parece algo innovador y positivo, sin embargo Flessa advierte que puede ser, también, algo riesgoso.

El riesgo de tener a una persona en servicio es que no aprendes a imaginar otro tipo de escuela, porque siempre estás aprendiendo cómo funciona una escuela ahora, y no estás pensando en la escuela que quieres para mañana”, comenta. A pesar de eso, cree que tener a alguien con experiencia cotidiana, que entiende qué es el trabajo que debe realizar un director de escuela, porque lo ejerce, es importante.

Saliendo del caso específico de Ontario, le preguntamos a Joseph qué atribuciones cree imprescindibles para el liderazgo y la mejora escolar, en base a su experiencia como investigador académico, profesor de aula y director de escuela. “El sistema necesita líderes y administradores que puedan apoyar a profesores a hacer el trabajo. Eso es lo primero”, responde. Aunque cree que es importante que los directores tengan la facultad de contratar y despedir docentes en base a su rendimiento, considera que ese es un elemento de menor importancia. “Yo creo que lo más importante es saber cómo apoyar y trabajar con el grupo que tienes, y después de haber hecho eso, a veces va a ser necesario despedir y contratar a nuevas personas. Necesitas líderes escolares que sepan cómo apoyar y formar mejores profesores, saber qué es lo que necesitan para hacer su trabajo bien”. Y en esta labor de líder escolar, destaca la importancia de la equidad. “La equidad es parte fundamental del trabajo en liderazgo”, agrega para cerrar su respuesta.

A aquellos atributos, sin embargo, se deben sumar nuevas habilidades que han aparecido producto del contexto de la pandemia. Beatriz Pont, analista senior de políticas educativas de la OCDE, lo mencionó en el seminario de carrera directiva realizado en mayo: en estos años de Covid-19 las políticas públicas han ido rezagadas de las escuelas. Joseph Flessa también lo ha podido observar, y ha sido tema de análisis en encuentros con directores. Hace un año, nos cuenta, junto a Carmen Montecinos de Líderes Educativos organizaron una jornada de intercambio con directores de Canadá y Chile para conversar sobre el día a día en medio de la crisis sanitaria. “Me llamó la atención que explicando el trabajo fundamental usaron casi las mismas palabras: apoyar a los profesores, la idea de resilencia, el apoyo socioemocional y responder a indicaciones contradictorias”, comenta.

Entre las nuevas habilidades que ha podido reconocer en el trabajo directivo durante la pandemia, Flessa destaca la comunicación y la resiliencia. “Se ha notado mucho que la comunicación no es un extra del trabajo, es algo súper importante. Lo que están buscando, tanto los estudiantes como las familias y los profesores es comunicación clara. Eso es una habilidad que sí se puede formar, sí se puede apoyar […] La resiliencia y seguir el trabajo aunque el contexto sea muy ambiguo; eso es algo no previsto hace dos años en la formación de directores, pero es muy importante para las escuelas que están manejando este momento bien”.