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Con la finalidad generar un debate reflexivo y enriquecedor en torno de un tema tan crucial como es la carrera directiva, el Programa de Liderazgo Educativo de la Universidad Diego Portales y el Centro Asociativo para el Liderazgo Educacional C-Líder, realizaron el 20 de octubre pasado el Seminario “Hacia un sistema de desarrollo profesional directivo: buenas prácticas y desafíos”. Más de 600 participantes (Zoom y Live Youtube), entre panelistas, profesionales del área educativa e interesados tanto de Chile como del extranjero estuvieron presentes.

Para comenzar, el Ministro de Educación Marco Antonio Ávila envió sus palabras con motivo de realizarse este Seminario: “Es fundamental que podamos reflexionar en conjunto sobre el valor que tiene la carrera directiva para fortalecer la educación pública y también para la posibilidad de implementar proyectos educativos en que jóvenes, niños y niñas se integren plenamente en el siglo XXI”.

El director del Programa de Liderazgo Educativo de la UDP, José Weinstein, planteó en la introducción del Seminario, que si bien en los últimos 20 años hay hechos concretos que evidencian un fortalecimiento y una valoración cada vez mayor de la labor de los directivos escolares en las políticas educativas nacionales, “hay una pieza que falta y es contar con una carrera directiva propiamente tal. Esto se hizo más evidente desde que se cuenta con una nueva carrera docente desde la promulgación de la ley en 2016, a través de la cual los docentes pudieron efectivamente contar con un sistema de desarrollo profesional, que incluye distintos aspectos e hizo que la profesión de docente sea mucho más atractiva. Sin embargo, en esa normativa no se incluyó la carrera directiva, como debió haber sido”.

Actualmente en el Congreso no hay en discusión ningún proyecto de ley respecto de la carrera directiva. Claramente este tema se ha ido quedando atrás, considerando que él último intento por acercarse a algo concreto fue la elaboración de una propuesta que, en definitiva, no alcanzó a traducirse en una iniciativa de ley durante el gobierno de la Presidenta Bachelet. El desafío, entonces, sigue más vigente que nunca y la determinación para resolver este vacío fue la grata sorpresa de este encuentro: “tenemos como mandato ingresar un proyecto de ley que genere un sistema de carrera directiva no más allá de 2023 y, deseamos que este proyecto ingrese en el primer semestre del próximo año”, manifestó Lilia Concha, directora del CPEIP, durante su exposición en el Seminario. Al respecto Weinstein sostiene: “Esperemos que exista la voluntad política para, efectivamente, saldar esta deuda que sigue vigente en nuestro sistema educativo”.   

Una carrera directiva integral

Uno de los elementos fundamentales que debe contener el sistema de desarrollo profesional directivo, señala Weinstein, es contemplar seis dimensiones que deben estar siempre presentes para darle así un sentido más integral. Precisamente, el objetivo de este encuentro fue reunir a un grupo diverso de panelistas –entre actores escolares, académicos y responsables de políticas educativas- para generar una reflexión más profunda sobre dos de esas dimensiones: acompañamiento, formación y evaluación de directores/as y equipos directivos, fueron los temas que abordó el primer panel; y las condiciones de trabajo, atracción y retención de los directivos escolares, se expusieron en el segundo panel. A su vez, conocer de cerca las experiencias de desarrollo profesional dentro de lo que hasta ahora es la carrera directiva, incluyendo la retroalimentación entre los directivos.

Las presentaciones del primer panel apuntaron a responder planteamientos tales como ¿cuáles y cómo contribuyen las prácticas de acompañamiento a equipos directivos, en su territorio, en la formación y evaluación formativa de éstos?, ¿se hace una evaluación formativa y cuál es el rol de los convenios de desempeño como herramienta de evaluación formativa de los directivos y qué modificaciones propone a este instrumento?, ¿qué prácticas de formación a nivel local se pueden relevar? Y ¿cómo pueden contribuir las políticas públicas a una formación de pertinencia local?

Aquí contribuyeron con sus ponencias Makarena Torrejón, directora Escuela Superior Nueva Bilbao, de Constitución; Claudia Carrillo, directora DAEM Independencia y Lilia Concha, directora CPEIP. Sergio Saldivia, de la U. de Magallanes, participó como moderador.

Posteriormente, el segundo panel estuvo moderado por Carlos Eugenio Beca, de la UDP y expusieron Gabriela Jeria, directora Escuela Lo Gallardo, de San Antonio; Pilar Diez, encargada de Mejora Escolar del Servicio Local de Educación Pública Barrancas y Juan Pablo Valenzuela, investigador del CIAE de la U. de Chile.

Las diferentes intervenciones respondieron a preguntas como ¿cuáles son los factores que tienen mayor incidencia para atraer buenos postulantes a cargos directivos?, ¿qué prácticas locales pueden relevar para mejorar las condiciones de trabajo de directivos escolares?, ¿qué prácticas a nivel local se pueden relevar respecto del desarrollo del liderazgos docentes en la perspectiva de trayectorias hacia funciones directivas? Y ¿qué aportes ofrece la investigación para el diseño de políticas sobre atracción, retención y condiciones de trabajo de los directivos escolares?

Para reafirmar las experiencias compartidas anteriormente, Daniela Eroles, jefa División de Educación General del Mineduc, expresó: “El rol de los equipos directivos, no sólo de los directores y directoras escolares, es central en todo proceso educativo, especialmente en el contexto que estamos viviendo ahora, que es el desafío de la reactivación educativa integral y que hemos denominado Seamos Comunidad. Los equipos directivos tienen un rol central en esta construcción de comunidad desde sus espacios educativos”.

Principales desafíos

A modo de síntesis y recogiendo los principales desafíos que se plantearon en las diferentes exposiciones, Carmen Montecinos, directora C-Líder, mencionó como tema central la coherencia sistémica: “Queda muy en evidencia en todas las presentaciones, que para desarrollar una carrera directiva que tenga impacto en la mejora sostenida del sistema escolar, se requiere avanzar en la coherencia sistémica entre los marcos de actuación y las normativas que regulan y orientan al nivel de liderazgo escolar intermedio y las políticas públicas que también inciden en lo que los directores pueden o deben hacer”. En este sentido, aclara que una notoria falta de coherencia, es la cantidad de instrumentos que existen para evaluar el desempeño de los directores. 

Otro de los desafíos que se presentaron es la necesidad de crear un sistema integrado de formación que implique acompañamiento del sostenedor y del Ministerio. La situación que se genera actualmente es la multiplicidad de ofertas y propuestas provenientes de diversas instituciones que les presentan a los directores y directoras o equipos directivos de manera simultánea, muchas veces mientras éstos ya están con formaciones en curso, lo que les genera un problema. Sumándole a esto, que se privilegia a aquellos directivos que toman formaciones a título personal por sobre aquellas que van de acuerdo a las necesidades territoriales.

Así también, se le da importancia al trabajo colaborativo que considere las necesidades del territorio, de la unidad educativa y, también, cómo se alinean las prioridades entre los distintos niveles del sistema educativo. Con respecto a este punto, la directora del C-Líder, especifica que “este alineamiento no implica restarle autonomía y liderazgo al equipo de gestión escolar, implica potenciar la autonomía pero compartiendo una visión respecto de cómo es la educación en el territorio”.

Otro tema relevante es hacer procesos planificados en la sucesión de directores. Y este desafío tiene que ver con la Alta Dirección Pública que, si bien ha agregado valor al sistema, tiene importantes debilidades que es necesario abordar al pensar en una carrera directiva. Justamente la ADP impide –tema validado en la literatura internacional- que se desarrolle esta planificación en la selección de directores, algo que incide en la rotación de éstos, según señala Carmen Montecinos.

Y por último, y no menos importante, es definir dónde empieza y dónde termina la trayectoria de la carrera directiva.

En resumen, hay un gran desafío por delante para la educación chilena y los demás actores involucrados. Y, a su vez, está la oportunidad de diseñar un buen sistema de desarrollo profesional directivo que contribuya a superar las actuales carencias que presenta el sistema.

Accede al video del seminario del 20 de octubre en este enlace.