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El programa, manteniendo su compromiso con la calidad, creó un versión en la que se combinan clases virtuales, recursos formativos, material de lectura especializado y un sistema de tutorías especial.

Con 23 estudiantes nuevos/as y una sesión especial de inducción el Magíster en Liderazgo y Gestión Educativa de la Facultad de Educación UDP inició sus clases de manera virtual por primera vez en su historia, debido a la pandemia por el coronavirus.

Desde marzo la dirección del programa empezó a trabajar una versión especial del magíster en la que se combinan clases virtuales con la provisión de diversos recursos formativos como seminarios, material de lectura especializado y un sistema de tutorías especial para acompañar a las y los estudiantes nuevos/as en la fase inicial del programa.

“Nuestros/as estudiantes están haciendo un enorme esfuerzo por adaptarse y veo que este contexto está generando oportunidades de aprendizaje que tenemos que saber aprovechar. Los profesores y profesoras del programa también están aportando a este desafío”, explica Gonzalo Muñoz, director del Magíster en Liderazgo y Gestión Educativa.

Respecto a los próximos meses, Muñoz, adelanta que están evaluando semana a semana la situación para tomar las decisiones formativas del programa. Entre las decisiones, el programa hizo un ajuste especial a la formación práctica de la cohorte que egresa este 2020, desarrollando una práctica profesional en formato a distancia y con base en uno de los establecimientos en los que trabajan las y los estudiantes, acompañado de un intenso programa de tutoría desde nuestro equipo de práctica.

“Nuestro compromiso es cautelar el cumplimiento del perfil de egreso y si bien las condiciones actuales son muy complejas, creemos que es posible si se pone adecuadamente el foco en las y los estudiantes y ajustamos nuestros procesos de enseñanza”, acota Muñoz.

El Magíster en Liderazgo y Gestión Educativa busca formar profesionales competentes, capaces de promover una cultura escolar inclusiva, equitativa y de altas expectativas sobre los logros de aprendizaje de todos los estudiantes, y el desarrollo de las y los miembros de la comunidad, bajo un enfoque de liderazgo para la justicia social, mediante el diseño de soluciones a corto y largo plazo, identificando potencialidades y limitaciones de su trabajo, adaptando su estilo de liderazgo a las distintas situaciones.