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El Magíster en Liderazgo y Gestión Educativa de la Universidad Diego Portales (UDP) busca que los estudiantes adquieran los conocimientos y desarrollen las competencias directivas que se requieren para liderar procesos de cambio y mejoramiento en establecimientos escolares.
El nuevo director del programa, Mario Uribe Briceño, profesor de Historia y Geografía y Magíster en Educación de la de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, y postitulado en Planificación Estratégica y Control de Gestión en Universidad de Chile, comentó algunos de los desafíos que enfrentará como director.
Primero quisiera comentar que me alegra mucho y es un honor integrarme a la comunidad educativa de la Facultad de Educación de la UDP, tengo muchísimo respeto y consideración profesional por el trabajo que desarrollan las académicas y académicos que integran esta comunidad y, por lo tanto, la expectativa en relación a mi responsabilidad es abordar los nuevos desafíos del magíster, que están muy asociados a los que tiene el sistema educativo, profundizando en los sellos y enfoque de la Facultad, esto es rigor académico, comprensión profunda de la pedagogía del S. XXI, equidad y justicia socioeducativa. Mi intención es trabajar muy integradamente a otros programas de posgrado e intercambiar experiencias y enriquecer al máximo el programa de magíster con todos los desarrollos que se dan en las otras experiencias de formación profesional.
Esto está siendo una conversación en todos los programas de este tipo a nivel internacional. Para ello no sólo se debe conocer y analizar profundamente la gestión y el liderazgo pedagógico; las creencias docentes; las estrategias de colaboración en ambientes emocionalmente positivos e interpretar las políticas públicas en función de la inclusión y justicia social. En general la reflexión y conocimiento de todos estos temas es posible, el principal desafío es el trabajar cómo se llevan a la práctica desde la dirección educativa.
Es una pregunta difícil de responder, mi trayectoria profesional no ha sido para nada lineal. Soy profesor de origen, lo que me permitió trabajar como docente de aula y conocer muy de cerca la conversación con estudiantes, familias y mis propios colegas. También me ha tocado liderar equipos de trabajo de profesores y académicos. Junto a ello, durante muchos años he trabajado en desarrollo de prácticas de liderazgo y gestión en muy diversos sistemas educativos. Complementariamente he sido parte de equipos que han elaborado documentos para la política educativa para el desarrollo profesional y marcos de liderazgo en los niveles de educación parvularia, escolar e intermedio. Desde el punto de vista de la investigación, he trabajado con colegas en temas de mejora y liderazgo escolar y le he dedicado los últimos años de mi vida profesional a profundizar en distinguir los enfoques y temas claves para liderar la educación pública, un tema que te lleva al corazón de la pertinencia educativa a nivel local. Creo que este mix entre academia, política educativa y práctica puede ser una contribución al desarrollo profesional que pretende el magíster.
Tenemos un programa de Magíster que cuenta con 7 años de acreditación. Por cierto, es un programa exigente ya que busca un balance entre profundización teórica y la práctica. Por lo tanto, considerando los tiempos que vivimos, estamos trabajando para que, sin perder calidad y exigencia, sea un programa amable y llevadero por cualquier estudiante que ingrese y dedique tiempo a su formación. Esto implica de parte de sus participantes niveles de autonomía, compromiso y propósito muy importante, esto es si mismo es muy desafiante. Lo demás, encontrará en nosotros apoyo y oportunidades de aprendizajes.
Nos interesa que tenga conciencia del impacto positivo o en su defecto muy negativo que puede representar su gestión y liderazgo ante una comunidad educativa. Por eso, nos interesa que su sello en el trabajo cotidiano sea muy claro en cuento a que su gestión refleje integridad profesional, promueva la confianza y colaboración en la comunidad educativa y su foco esté en desarrollar permanentemente un liderazgo pedagógico e inclusivo que impacte en la calidad de las prácticas de enseñanza de las y los profesores con quienes trabaja.
