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A través de Zoom, hemos tenido una nutritiva entrevista con Antonio Bolívar, catedrático de la Universidad de Granada (España), quien se dedica con pasión a trabajar en los grandes problemas de la Educación en Iberoamérica y el mundo. Como catedrático e investigador, ha llevado adelante relevantes proyectos de investigación y tiene una treintena de libros publicados siendo el más reciente, “Liderazgo educativo en tiempos de crisis, aprendizajes para la escuela post-covid”, co- editado con José Weinstein, Gonzalo Muñoz y Jesús Domingo Segovia. Conversamos sobre la Educación y los desafíos del liderazgo como temas centrales ad portas al webinar “Una perspectiva expandida del liderazgo escolar en la escuela post covid” organizado por la Facultad de Educación de la Universidad Diego Portales.  

La pregunta sobre los efectos en la educación a partir de la pandemia es la que aborda Antonio Bolívar en su libro y reciente intervención telemática desde España junto a José Weinstein, director del programa de Liderazgo Educativo UDP y Rita Méndez, directora de la Escuela Nueva Zelandia de la comuna de Independencia. El punto es cómo en el actual debate educacional, el experto ve una oportunidad para un sistema educativo más integral y equitativo. 

“Hemos aprendido, pero sobre todo en los países iberoamericanos como los vuestros, por ejemplo, el tiempo que han estado las escuelas cerradas ha sido mucho mayor. La propia Unesco habla de lo que ha significado todo esto en términos de pérdida de aprendizaje. Casi dos años. En este sentido tenemos una responsabilidad acumulada grave desde esta perspectiva. España solo perdió el último trimestre, lo que fue una buena decisión. Porque además relegar a los chicos a la familia tampoco significaba aminorar la presencia de la propia pandemia. Es una generación que se verá marcada por estos dos años de experiencia en cuanto al aprendizaje híbrido”, dice Bolívar en relación al sentido del aprendizaje en este contexto en torno a la pandemia.  

El especialista, enfrenta el problema de la pandemia desde el liderazgo educativo, profundizando desde las distintas experiencias a partir de las diferencias existentes en latitudes como las de Europa y América latina.  “En todas partes ha sido diferente y depende de los medios disponibles para enfrentar la crisis. Hoy la urgencia consiste en establecer una conjunción con la familia para reflexionar juntos para saber bien qué es lo que queremos de la educación. La Unesco editó un tercer informe que lo llama “Re imaginar Juntos el Futuro de la Educación”. 

Habla de un “nuevo contrato social” que atañe a toda la sociedad y desde esta perspectiva mira el futuro, el que considera ya no dependerá solo de la política educativa sino sobre todo de un nuevo modo de llevar la educación para que no sea un desafío solo de los maestros. “Acá debe estar la familia, los municipios, la comunidad. La educación no es solo de la escuela, sino de toda la sociedad”, enfatiza. 

En esta dirección, Bolívar aborda el liderazgo además desde la imaginación y el compromiso para construir una educación post pandémica con nuevos aires e ideas, pero siempre desde una mirada integral y colaborativa. Nos explica que los desafíos no se pueden abordar en forma aislada ni pensar que desde la escuela en forma solitaria se puede enfrentar el aprendizaje. Más bien por el contrario, nos propone en forma abierta que, es la escuela, más la familia y todos los actores sociales y comunitarios los que enriquecen la labor formativa en un contexto global post crisis. 

Sin embargo, desde su mirada también  nos pone en alerta y nos explica que no todo es tan simple y que también el problema educativo en estos tiempos tiene que ver sí o sí con los recursos, sin ser necesariamente un asunto exclusivo de las políticas públicas. 

“Esa idea de dejar a los niños en la escuela para que se eduquen es completamente insuficiente. Tenemos que replantear el futuro de la educación o de lo contrario los maestros van a sentir que se les exige lo que no pueden dar, y es lógico porque no es solo tarea de ellos. Creo que el informe de la Unesco en el que intervienen muchos académicos de distintos países hace que tengamos una mirada global de la educación. No se trata solo de recursos públicos porque ahora las escuelas que han funcionado mejor son las que han generado un sentido de comunidad y un proyecto común que tiene relación con el liderazgo para llevar todo este trabajo adelante”, explica el académico desde Granada. 

Lo que deja en claro Antonio Bolívar en esta conversación es que la escuela sola no puede. Por lo mismo los aprendizajes son necesarios cuando, según él, siempre se dijo que la calidad de un sistema educativo dependía de los profesores, cosa que ahora ha cambiado porque sabemos que el contexto es esencial. Lo que sostiene Bolívar además tiene que ver con las redes entre escuelas, lo que significa una comunidad que interactúa y se apoya mutuamente en el aprendizaje. 

Sobre una evaluación de todo este proceso, lo que remarca es la responsabilidad de la comunidad educativa frente a la crisis. “Creo que se ha manifestado el compromiso del mundo educativo para apoyar a la escuela en un contexto en donde las desigualdades se han acrecentado”.