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Penny Sebring lleva más de treinta años estudiando a las comunidades educativas de Chicago y otros estados de Estados Unidos. La experiencia y las investigaciones la llevan a asegurar que la confianza relacional dentro de las escuelas es un elemento fundamental para la mejora escolar, teoría que expuso en el seminario internacional Confianza en la escuela en tiempos de crisis: perspectivas comparadas, organizado por el Programa de Liderazgo Educativo UDP y realizado el 7 de octubre de 2021. Aprovechamos el marco del seminario para conversar con ella sobre la confianza dentro de las comunidades escolares, los elementos que la fomentan y las acciones que la dañan, y cuánto ha impactado en ella la pandemia y el cierre de las escuelas. Acá presentamos un resumen de la entrevista que se puede revisar completa aquí.
Después de trabajar una temporada como voluntaria del Cuerpo de Paz en Venezuela –país en el que aprendió a hablar español–, Sebring volvió a los Estados Unidos para estudiar Sociología en el Grinnell College de Iowa y Educación en la Universidad de Pensilvania. Fue profesora de estudios sociales en una escuela secundaria, experiencia que despertó en ella el interés en la investigación de asuntos educativos y comunidades escolares. Con posterioridad obtendría un doctorado en Políticas Públicas en la Northwestern University y comenzaría a trabajar en la Universidad de Chicago, donde fundó el Consorcio de Investigación Escolar de Chicago que hoy codirige.
Las investigaciones en entornos escolares de Chicago han mostrado que existen cinco apoyos esenciales para la mejora escolar: el liderazgo, la capacidad profesional de los docentes, los lazos entre las familias y la comunidad, el clima de aprendizaje centrado en el estudiante y la orientación pedagógica. “Hemos encontrado que si hay poca confianza en una escuela, es muy difícil desarrollar los apoyos”, cuenta Penny.
“La confianza relacional es fundamental para que una escuela sea eficaz. Si no hay confianza entre los maestros, es muy difícil para ellos colaborar. Lo mismo ocurre en relación a los apoderados; si no hay respeto y confianza entre los maestros y los apoderados, va a ser muy difícil trabajar con ellos. La confianza es fundamental para la escuela”, agrega.
En relación a las actitudes que promueven la confianza, Penny Sebring explica que han observado tres que resultan clave: el respeto, el cuidado e interés en la comunidad y la confianza en las capacidades de las y los docentes por parte del líder escolar.
“Entre los maestros tiene que existir respeto, también entre los estudiantes y los profesores. Ese es un elemento. También tiene que existir un sentimiento de cuidado/atención; el director tiene que mostrar que tiene interés por la vida de los profesores”, explica Penny.
“Existe confianza relacional cuando una persona cree que la otra tiene competencia profesional; si el director tiene confianza en que los docentes pueden enseñar y tienen la competencia de manejar su sala. Esto es importante”.
Por el contrario, la falta de integridad de parte de directores y docentes perjudicará la confianza dentro de la comunidad; de los docentes con el director, de los docentes entre sí y de los estudiantes con los profesores.
“Es muy difícil desarrollar la confianza y es muy fácil romperla. Muchas veces sucede que un director, por ejemplo, dice algo pero hace lo otro. Si una persona no hace lo que dice, entonces las personas van a sospechar. La falta de acuerdo también daña la confianza. Es muy natural que uno no esté de acuerdo con otro, pero si es algo serio, eso daña la confianza. Y la falta de comunicación”, cuenta Penny.
Estudios sobre confianza escolar han arrojado que los docentes más jóvenes y con menos experiencia profesional tienden a mostrar menor confianza institucional. Sobre qué acciones implementar para mejorar la confianza de docentes nóveles, Penny Sebring destaca el trabajo colaborativo y el apoyo de sus pares con más trayectoria.
“Es difícil iniciar su carrera. Es importante que el director y el equipo de colegas le den apoyo a la persona nueva; que la ayuden con materiales, con ideas; que muestren interés en lo que pasa en sus aulas y ofrezcan ayuda. Es muy natural que el docente esté todo el tiempo ocupado en su propia clase y no salga del aula, pero cada persona tiene responsabilidad sobre toda la escuela, no solo sobre su propia clase. Es natural que los docentes estén aislados y que no haya la oportunidad de conocer a los otros, de entender lo que está pasando en otras clases y en la escuela como una organización”, señala Penny.
Consultada respecto al impacto que ha tenido la pandemia en la confianza escolar, Penny Sebring responde con optimismo: “Los docentes empezaron a comunicarse más con las familias, empezaron a entender mejor la vida de las familias. Y al mismo tiempo, con el aprendizaje remoto, las familias empezaron a ver y a entender el trabajo difícil que tienen los docentes. Creo que la comunicación directa ayudó en el aumento de la confianza”.
Creo también que ahora sabemos con más claridad la importancia que tiene la escuela. Cuando los chicos no están en la escuela pierden mucho; pierden capacidades socioemocionales, pierden aprendizaje. La importancia de la escuela es enorme para el bienestar de los estudiantes. Yo creo que ahora lo apreciamos mucho más.
Revisa el video completo del seminario internacional Confianza en la escuela en tiempos de crisis: perspectivas comparadas aquí.